El concepto de Industria 4.0 ha sido bautizado como la cuarta Revolución Industrial, porque más que a la introducción de la tecnología en la producción industrial, hace referencia a una nueva manera de organizar los medios de producción. La introducción masiva de tecnologías digitales permitirá que las empresas se adapten mejor a las necesidades del cliente, optimicen los procesos de producción industrial y asignen los recursos disponibles de manera más eficiente. Se trata de un auténtico Internet Industrial de las Cosas (I2OT).
La Industria 4.0 no es por ahora una realidad consolidada, sino un nuevo camino a seguir que marcará importantes cambios en los centros de producción mediante el uso intensivo de Internet y de las últimas tecnologías de la información.
Uno de los ámbitos de aplicación más inmediatos del I2OT es el desarrollo de plantas industriales que generen energía de forma más inteligente, más respetuosa con el medio ambiente y con cadenas de producción más eficientes. En resumen, conseguir mejores resultados de producción con menos recursos.
La digitalización de muchos procesos productivos también generará nuevas oportunidades de negocio. A continuación resumimos estas oportunidades a partir de los cinco elementos básicos de la industria conectada. Además, estos elementos generarán la transformación de las diferentes propuestas de valor de las empresas industriales y de su entorno.
- La hiperconectividad. Ante todo, será útil para conocer mejor al cliente. Permitirá que el cliente “acompañe” en el proceso productivo de productos completamente adaptados a sus necesidades. La hiperconectividad no es un fin en sí misma sino un medio crucial para ganar en competitividad.
- Virtualización. Implica adaptar todos los procesos físicos a procesos digitales controlados por ordenadores, pero también optimizar y abaratar los procesos de desarrollo asegurando que la fase de producción física de nuestros productos, se implementa una vez los test virtuales funcionan correctamente. Para ello, las industrias tendrán que contar con infraestructuras IT sólidas que permitan optimizar necesidades y costes para obtener la mayor eficiencia posible.
- Protección de la propiedad intelectual e industrial. Todas las evoluciones descritas anteriormente dejarán, si no lo han hecho ya, la normativa sobre propiedad industrial obsoleta. Una industria hiperconectada no puede funcionar con normativas y leyes de propiedad industrial concebidas para el mundo del siglo XX. La nueva organización de la producción en la cuarta revolución industrial requerirá de un sistema de protección legal completamente adaptado al mundo digital.
- Formación y competencia. Es necesario impulsar dinámicas colaborativas que permitan acercar la formación a las empresas y las empresas a la formación, porque la industria 4.0 exigirá un importante esfuerzo de ambos ámbitos. Si la industria ha de evolucionar hacia una revolución de eficiencia e hiperconectividad, deberá antes fomentar la creación de una base de talento humano capaz de impulsar y liderar el cambio.
La Industria 4.0 y el I2OT supondrán un importante cambio en los actuales procesos de producción industrial. Desde la proyección técnica de un producto hasta su fabricación física, las tecnologías de la información permitirán ganar en eficiencia y respeto medioambiental además de ofrecer al cliente productos con un alto nivel de personalización.
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