Las empresas empiezan a tomar conciencia y adoptar medidas para protegerse de ataques por parte de los delincuentes, así como los servicios financieros y bancarios son los principales objetivos del aumento de los ciberataques. Esto hace que la industria de la ciberseguridad no cese de crecer, convirtiéndose además en un factor diferenciador para evitar pérdida de información, pérdidas económicas o crisis reputacionales.
El mercado de la ciberseguridad ha crecido durante los últimos años de una manera notable y crecerá en torno al 15% anual hasta 2027. Este crecimiento se debe, por un lado, a la necesidad de las organizaciones de adecuarse a los marcos normativos y legislativos, entre otros, el Esquema Nacional de Seguridad, la Ley de Protección de Infraestructuras Críticas, el Reglamento General de Protección de datos, la Directiva NIS y su transposición al ordenamiento jurídico español en el Real Decreto-ley 12/2018 de seguridad de las redes y sistemas de información.
Y por otro lado, las continuas noticias en Internet y en medios de comunicación sobre incidentes y brechas de seguridad han facilitado que las organizaciones tomen conciencia de la enorme importancia que tiene la seguridad en la información digital de sus negocios.
Las compañías y organismos públicos de tamaño medio-grande están en el buen camino, en cambio, el mayor margen de mejora lo tienen aún las pymes, que en España suponen un alto porcentaje del tejido empresarial debido a la priorización de recursos e inversiones que tiene que realizar.
Las organizaciones nunca van a poder sentirse completamente protegidas, pero sí es cierto que todo lo relacionado con la seguridad centra su interés y sus estrategias, algo que se refleja en la evolución del mercado.
Se tiene que destacar, que las inversiones en seguridad están aumentando en todo el mundo a un ritmo del 15,4%, lo que supone un crecimiento muy superior al de otros segmentos del sector tecnológico.
No obstante, la seguridad de las compañías depende de muchos factores, como el sector al que pertenezcan, de la envergadura de las mismas, así como de la concienciación de los equipos y la cúpula directiva.
Y es que, la ciberseguridad ha pasado a ser un tema técnico a algo realmente importante para los comités ejecutivos. Muchas compañías ya ha puesto en marcha un plan de respuestas a incidentes de ciberseguridad, cuentan con profesionales especializados en su aplicación, y están lideradas por directivos que entienden que una adecuada seguridad digital está directamente relacionada con el crecimiento económico y la reputación de la empresa.