Poner en marcha un proceso de digitalización es fundamental para garantizar que el negocio sea eficiente, siendo clave el uso de herramientas que permitan unificar todo lo vinculado a la gestión del negocio, digitalización de documentos en papel y agilizar trámites.
Hoy día cualquier compañía, sin importar su tamaño o sector de actividad, puede aprovechar las ventajas que ofrece el uso del certificado digital, que se ha convertido en un imprescindible para la operatividad de las compañías y sobre todo para su ciberseguridad y la de sus empleados.
El certificado digital contiene datos de carácter personal, por lo que deben implementarse medidas técnicas y organizativas apropiadas para garantizar un nivel de seguridad adecuado al riesgo, de conformidad con lo establecido en el Reglamento General de Protección de Datos, lo que incluye el uso de herramientas de ciberseguridad.
Las consecuencias de un ciberataque sobre los certificados digitales de la empresa se traducen en un grave daño reputacional, económico y operativo. La modificación y manipulación de los certificados, o su robo para impedir su uso por parte de los ciberdelincuentes, son dos de las acciones más perjudiciales para la identidad digital.
El impulso del teletrabajo en 2020 aceleró la digitalización de las empresas, aumentando su exposición y el riesgo de sufrir todo tipo de ciberataques. Multitud de ellos siguen centrándose en atacar al certificado digital para manipularlo o corromperlo y así poder emplearlo como vector de ataque sobre otras entidades y acceder a información mucho más sensible, o bien robarlo para impedir su utilización por parte de los usuarios autorizados para ello.
El ransomware uno de los peores ciberataques
El ransomware es uno de los ciberataques con mayor impacto en el mundo empresarial, empleado para corromper los archivos de los certificados o bloquear los dispositivos e impedir así su uso. Las brechas de seguridad provocadas por ataques ransomware durante 2020 supusieron un coste medio de 4,44 millones de dólares para las organizaciones, siendo España el segundo país europeo que más dinero pagó en rescates con una cifra cercana a los 1,44 millones de euros.
El trabajo en remoto desde un entorno no controlado por la empresa favoreció los ataques por intrusión, situando al ransomware como uno de los ataques más dañinos y con efectos casi incalculables para las empresas. Sin embargo, el ransomware no es el único medio que los atacantes emplean para burlar la seguridad digital y llegar hasta los certificados digitales. Los exploits, el adware, etc. también son puestos en práctica para acceder a los certificados y corromperlos o robarlos para impedir su uso.
Las consecuencias del acceso y uso ilícito de los certificados
La peor consecuencia del uso de los certificados digitales de forma fraudulenta es el grave daño a nivel reputacional que causa en la empresa. Además, la única solución para frenar cualquier perjuicio relacionado con los certificados es su revocación, con los costes de tiempo y económicos asociados al proceso. El impedimento en el uso de los certificados digitales de Persona Física, de Representante, de firma de código, de servidor o cualquiera dentro de su amplia tipología, pone en un grave compromiso a las empresas.
Protección de ciberataques con Fractalia
En Fractalia ofrecemos el servicio de ciberseguridad que aporta la mejor baza para garantizar la continuidad del negocio ante el riesgo de recibir un ciberataque, ya que la información de nuestro negocio se encuentra controlada y custodiada frente a vulnerabilidades y fuera del alcance de ciberdelincuentes que pretendan robarlos o corromperlos.