Las restricciones de la pandemia cambiaron muchos de nuestros usos y costumbres. Este fenómeno es singularmente visible en la manera de pagar.
La aceleración de la digitalización de la economía que atravesamos desde el inicio de la crisis del Covid-19 no tiene precedentes, y si bien la tecnología demostró estar a la altura de las circunstancias, el crecimiento de este mercado lleva consigo grandes desafíos.
Uno de los retos más importantes es la seguridad, estimándose que los daños causados por ciberataques en el 2021puedan alcanzar los 6 billones de dólares a nivel global.
Tendencias métodos de pago
El proceso de digitalización acelerado, ha impulsado que los consumidores muestran mayor interés en métodos de pago alternativos y principalmente digitales para realizar sus compras, ya que estos se alinean con sus nuevas exigencias de sencillez, rapidez, seguridad y mínimo contacto en su proceso de compra. Este crecimiento conlleva una parte negativa con un aumento en el número de ciberdelitos como el phishing o el robo de tarjetas.
Pagos desde el móvil
La tendencia en los pagos digitales tiene un gran protagonismo en los dispositivos móviles, que se han convertido en una herramienta primaria para muchas de las tareas del día a día de los consumidores. De esta forma, son cada vez más los usuarios que prefieren hacer sus pagos desde el móvil, pues ofrece una mayor seguridad , rapidez y accesibilidad.
Es por ello que gran parte de los comercios se adapta a este nuevo entorno digital ofreciendo soluciones dedicadas a la gestión y facilitación de los pagos a través de dispositivos móviles:
- TPV Virtualintegrado en app o en formulario de pago responsive adaptado para móviles.
- Bizum para empresas.
- Pago por link o por QR(Pay by Link/ Pay by QR).
Por otro lado, los monederos digitales también han tenido un auge considerable, lo que facilita increíblemente los procesos de compra, al hacer de cada dispositivo una herramienta de pago.
«Durante el confinamiento, muchas personas han adoptado nuevos comportamientos digitales,
acelerando una economía digital que prioriza el uso del dispositivo móvil y resta aún más protagonismo
al dinero en efectivo»
Cuáles son los nuevos desafíos
Estos dos últimos años han servido para sentar las bases de una economía digital más sólida y accesible, lo que ha supuesto una extensión en el uso tanto del pago online con tarjeta, como de métodos de pago alternativos en auge. Sin embargo, aún existe una comunidad de usuarios que no está familiarizada con los pagos digitales. Esto significa que existe un potencial de crecimiento entre este segmento de usuarios no digitalizados, además de la oportunidad que representan los nuevos sistemas de pago online que se están desarrollando o consolidando y que aún no han alcanzado el nivel de madurez de los pagos con tarjeta.
Según datos del informe Payments 2025 & Beyond realizado por PWC, se prevé que en 2030, los pagos electrónicos prácticamente se tripliquen en el mundo, hasta superar los tres billones de operaciones.
Así pues, uno de los principales desafíos para el 2022 será promover una mejor y más abierta educación sobre los pagos digitales, sus ventajas y facilidades.
Y para terminar, en 2022 habrá que hacer frente también a un reto que ya se apuntaban este año: la ciberseguridad en los pagos.
A medida que avanza la tecnología, también evolucionan los modos de realizar fraude. Hay que hacer mucho foco porque este mercado está creciendo muy rápido. Se detectan nuevos casos de fraude que antes ni se contemplaban.