La seguridad informática se ha convertido en una preocupación a tener muy en cuenta durante la pandemia de Covid-19. Los ciberataques han llegado a poner en jaque a organizaciones sanitarias y complejos hospitalarios, y los ciudadanos de a pie están sufriendo un aumento de los intentos de fraude, phishing y robo de contraseñas, sobre todo a través de páginas web fraudulentas que supuestamente ofrecen información y remedios relacionados con el coronavirus.
Todos esos riesgos se combinan con un aumento de las viviendas inteligentes, en el que también aparecen nuevos riesgos en el punto de mira de los hackers informáticos.
Tenemos que ser conscientes de que la información que tenemos en un aparato conectado a Internet no está segura al 100%. Y son muchos los aparatos conectados. Persianas, neveras, sistemas de iluminación, calefacción, cerraduras… Casi todo lo necesario en una vivienda puede estar conectado.
Este articulo tratará de conocer los riesgos y actuar en consecuencia. Usados de forma correcta, incrementan de manera considerable la seguridad. Así, la automatización de los sistemas de persianas y luces puede ayudar a interpretar que un hogar no está vacío y por lo tanto evitar riesgos de ocupación .
“Los dispositivos como enchufes inteligentes no cuentan con un sofisticado sistema de protección.”
Principales riesgos
El tema no deja de ser inquietante. Un ataque informático a una casa digital, donde todos sus dispositivos están conectados a Internet puede tener consecuencias desastrosas. Gracias a los sistemas domóticos, podemos programar la climatización o encender la calefacción a distancia, por ejemplo. Pero al igual que podemos hacerlo nosotros, también un hacker puede encender el aire acondicionado y disparar nuestra factura de la luz.
- Robo de contraseñas: un hacker es capaz de acceder a múltiples sistemas de seguridad, por lo que le permite, anticiparse, dominar y apagar el sistema antes de efectuar un robo. Se recomienda cambiar la contraseña de administración que el router trae por defecto, usar una contraseña diferente para asegurar cada dispositivo domótico, actualizar los firmware de esos accesorios con frecuencia y activar las autenticaciones de doble factor cuando sea posible.
- Desconocimiento y mala gestión: a veces los usuarios no son capaces de controlar que los sistemas han sido desactivados por un intruso, por lo que el acceso es muy vulnerable.
- Realizar actualizaciones que ofrezca el dispositivo del sistema operativo, ya que estas pueden incluir reparaciones en problemas de seguridad identificados.
- Cortes en la red: cualquier corte o pérdida de conectividad puede dejar al hogar desprotegido.
- Dispositivos con mal funcionamiento Las casas inteligentes, a menudo gestionadas a través de móvil como única alternativa de comunicación, en cuanto falla el dispositivo, puede hacer que el sistema se altere y no conecte.