Las crisis frecuentemente tienden a volverse un amplio banco de oportunidades inventivas y de aprendizaje, gracias a las capacidades que las personas, el entorno y las situaciones suman para tratar de resolver de la mejor manera y con el menor impacto posible, aquellas cosas que acontecen a nuestro alrededor.
Ejemplo de ello ha sido la evolución de la humanidad, en la prehistoria se hizo necesario cambiar constantemente de territorios para sobrevivir y lograr que el hombre pudiera adaptarse a la variedad geográfica diferente en todo el planeta. No suficiente, también empezó a verse la importancia de comunicar las interacciones con el mundo a través de expresiones como: pinturas, símbolos, marcas, figuras, sonidos y muchos otros.
Todo esto ha provocado que el ser humano siempre este rodeado de circunstancias que lo vuelcan a explotar su capacidad de resiliencia para adaptarse fácilmente a nuevos entornos. Etapas posteriores como la edad antigua, media, moderna y la contemporánea, han vivido el auge de las guerras, las crisis económicas, enfermedades, problemas ambientales, marcando ciclos y creando nuevos procesos para la sociedad.
Hoy más que nunca, la tecnología se ha convertido en un intermediario y motor para hacer frente a lo que la naturaleza y como sociedad hemos producido. La actual pandemia provocada por el COVID – 19 es producto de ello y transformó en un abrir y cerrar de ojos las dinámicas tanto sociales como económicas que las ciudades lucharon años por establecer.
Apenas estamos viviendo algunas de sus consecuencias y de acuerdo con expertos, “el mundo no volverá a ser igual”. Es una crisis que no esta afectando simplemente a una porción de países, sino que lo está haciendo en todo el globo e intentar frenar su propagación, es un asunto que nos compromete a todos los organismos vivos, -quizás a esto se refieren cuando dicen que “el mundo no volverá a ser igual”-.
¿Cómo se ve implicada la tecnología?
La penetración mundial de dispositivos móviles y el gran despliegue de redes de comunicación han posibilitado que exista más acceso a la información, tiempos de respuestas con menos latencia, sitios de trabajo diferentes a la habitual oficina, hasta formas de socializar completamente nuevas.
El uso de tecnología ha sido el arma más poderosa estos días, generando nuevas estructuras en los modelos tradicionales. Nadie estaba preparado para asumir un cambio tan drástico y pese a la poca costumbre de estar en escenarios virtuales para trabajar, estudiar o celebrar, el mundo ha asumido esta faceta intentando llevar una vida normal como hasta hace un par de meses lo hacía.
Las ventajas tecnológicas de nuestra época nos han dado una perspectiva más innovadora para manejar situaciones sanitarias como esta, empezando incluso por la decodificación del COVID -19.
Años atrás, determinar el genoma de cualquier virus tardaba mucho tiempo, implicaba costos de investigación elevados, provocaba caos, desorden, hambre y las cifras de decesos eran aún mayores.
Actualmente, los avances en la tecnología de los secuenciadores han reducido las cifras anteriores a números muy por debajo, permitiendo testear posibles casos en lapsos de tiempo más cortos, lo que en últimas es parte de la solución de lo que puede ser cualquier tipo de emergencia sanitaria de carácter mundial.
Monitoreo y seguimiento en tiempo real.
Herramientas de avanzada son claves en la batalla contra la actual pandemia, el uso de algoritmos, inteligencia artificial, sensores, Big Data, son cruciales para recolectar información oficial de diferentes fuentes en tiempo real (noticias, blogs, organizaciones públicas), sobre el recorrido que hace el virus y las posibilidades para frenar focos de infección y conseguir aplanar la curva de casos.
Algunos países incluso han desarrollado aplicaciones móviles para garantizar a la población el derecho de tener información verídica en cualquier momento y lugar. De hecho, en medio del caos han aparecido también aquellos apáticos argumentando que la carga de información es excesiva y termina atosigando a la gente frente al tema.
Sin embargo, más allá de un desafuero de información es demostrar la capacidad y relevancia de las nuevas tecnologías en la carrera contra el tiempo en época de crisis. En este apartado también se esta valorando la transparencia que los países tienen respecto a los datos y calidad de detalles de la emergencia.
Aunque este último aspecto tiende a ser más de gestión u organización gubernamental, sin el acceso suficiente a herramientas tecnológicas no se tendría este tipo de información a la mano y generar planes de contingencia sería una tarea exhaustiva. De ahí que la implicación de la tecnología tenga tanta incidencia en el mundo de hoy.
Las Fake news también son pandemia.
En el tiempo que lleva la pandemia, Facebook, Google, Twitter, diferentes organizaciones del gobierno, no gubernamentales, la OMS (Organización Mundial de Salud) y otros, han alertado sobre algo que le suma gravedad a la situación.
Las cadenas de noticias falsas en redes sociales, aplicaciones de mensajería instantánea y correo electrónico, se han disparado provocando no solo desconcierto sobre la información real del COVID -19, sino que ha sido el espacio perfecto para ejecutar todo tipo de ciberataques.
Nuevas formas de phishing están apareciendo para difundir malwares, robar información personal, obtener contraseñas y datos bancarios. Un comunicado en el sitio oficial de la OMS alertó sobre ciberdelincuentes que se hacen pasar por organizaciones oficiales para cometer actos delictivos y que alrededor del 50% de dominios relacionados con el tema coronavirus, tiene más probabilidades de ser maliciosos.
Lo anterior es el resultado del agitado número de registros de dominios que se han facturado en las últimas fechas, con campañas para donar y recibir recursos de apoyo a cambio de algunos datos personales (nombres, direcciones, teléfonos, fechas de nacimiento, nombres de bancos, entre otros).
Desde Fractalia invitamos a ser mucho más precavidos, sobre todo teniendo en cuenta que nuestras actividades profesionales y académicas han migrado en su mayoría al escenario virtual y los dispositivos personales con los que contamos, en ocasiones no están preparados con las herramientas suficientes o adecuadas en temas de seguridad.
Por último, es importante reconocer que las tecnologías en tiempos de crisis continuarán posicionándose como el gran aliado para las empresas, administraciones de gobierno y sociedad en general. Telemedicina, inteligencia artificial, aplicaciones móviles, teletrabajo, educación virtual, entre otros, hoy reciben otro significado y se convierten en conceptos reales en nuestra vida cotidiana.