El mundo de la tecnología no para de sorprender y sigue entregando grandes avances que facilitan de mejor manera, las labores cotidianas de las personas. Desde la revolución industrial a mediados del siglo XVIII, el hombre vio de frente la producción a gran escala, nuevos modelos económicos y sobre todo, una puerta a nuevas tecnologías y formas de comprender el mundo. Sin embargo, faltaba algo. Mejorar la calidad y velocidad en que hasta ahora, todos se comunicaban.
Es así como uno de los grandes debates empieza a tomar fuerza de tal manera que hoy por hoy, es difícil entender a la humanidad desconectada, pues hemos llegado al punto de estar en contacto alrededor del mundo sin interrupciones de lugar y tiempo, gracias a las tecnologías de la comunicación e información.
Hoy es el turno del 5G, un ecosistema masivo de redes y tecnología capaz de satisfacer las necesidades de comunicación de miles de millones de dispositivos conectados en todo el planeta, a una velocidad que antes era difícil de imaginar. Desde el año 2018, la quinta generación de redes de telecomunicaciones ha visto la luz y su expansión a todos los rincones del mundo está cada vez más cerca.
Esta tecnología es el resultado de años de investigación y de una mejora inalcanzable en temas de cobertura, reducción de costos y extensión de la vida útil de los aparatos, sin embargo; este asunto lo desarrollaremos a profundidad más adelante, por ahora, nos concentraremos en saber desde hace cuánto y cómo ha crecido esta ola revolucionaria de las comunicaciones de alta velocidad.
La evolución generacional hasta el 5G
Son cinco las generaciones que se agrupan en la séptima letra del alfabeto “G” y es así como la hemos conocido desde que apareció por primera vez entre 1970 y 1980 en Japón, gracias a NTT (Nippon Telegraph and Telephone Corporation) y posteriormente a NMT (Telefonía Móvil Nórdica). Este sistema, aunque era un avance en la época, carecía de todo lo que podemos disfrutar actualmente, pues era una tecnología analógica con servicio de voz exclusivamente y tanto su calidad como seguridad, no eran fiar, pues las llamadas se reproducían por antenas de radio.
El salto viene unos años después entre 1980 y 1990 cuando aparece el 2G y con él, el GSM (Global System for Mobile communications); una tecnología innovadora con la capacidad suficiente para ofrecer servicios de voz y datos, e incluso; roaming internacional borrando de una vez por todas, las fronteras territoriales. Dentro de sus servicios incluía también la posibilidad de realizar conferencias, identificación del número, retención, transferencia o espera de llamadas y como no, los cobros y facturación en tiempo real de los servicios contratados por los usuarios.
Seguido, entre el año 2000 y 2003 llega al mercado la red 2.5G. A simple vista puede no parecer una evolución sustancial respecto a la anterior generación, pero esas cinco décimas que acompañan al nombre de esta nueva red, trajeron consigo cambios que permitieron el acceso a más servicios y mejores recursos.
Su velocidad aumentó y esto permitió la puesta en marcha de paquetes de internet de alta velocidad EDGE (Velocidades de datos mejoradas en GSM) y GPRS (Servicio General de Paquetes de Radio), llevando al siguiente nivel la calidad y cobertura de los sistemas de comunicación del momento. Incluyó además, servicios renovados para hablar y consumir contenido multimedia con soporte WAP (Wireless Application Protocol), MMS (Multimedia Messaging Service), SMS (Short Message Service), juegos móviles, acceso a correo electrónico entre otros.
La entrada de las redes 3G al mercado también en el año 2000, facilitaron el crecimiento en proporciones agigantadas y aumentaron la capacidad de voz y datos que hasta ahora se tenía con el 2.5G. Los datos comenzaron a enviarse a través de diversidad tecnologías como Packet Switching, un concepto de los 60’s creado por Paul Baran y desarrollado más tarde por Danald Davies y Leonard Kleinrock.
Las funcionalidades del 3G permitieron el acceso a Internet de alta velocidad fijo e inalámbrico, además de permitir a los usuarios realizar videollamadas, tener televisión móvil, localización, mapas y un incontable número de opciones multimedia que terminaron de maravillar a todas las personas que lo usaban.
La evolución no se detuvo y el ritmo de la tecnología requería una vez más, de mejor conectividad. Así llega el 4G a un mundo lleno de expectativas y nuevas sorpresas. Esta red puso sobre la mesa alta velocidad, capacidad y seguridad en la conexiones. Basado en el IP (Internet Protocol), el 4G cambió para siempre los servicios de voz, datos, multimedia e Internet.
Ahora proporcionar servicios inalámbricos en cualquier momento y lugar era más que una posibilidad. Sus funciones parecían no tener límites excepto la capacidad de algunos dispositivos que no contaban con las características suficientes para realizar todas sus funciones, sin embargo; ese es un tema ya resuelto y con las redes, los dispositivos también evolucionaron.
Después y como antesala a la nueva generación, en el 2009 4G se acompaña de la siga LTE (Long Term Evolution), la cual duplicó las velocidades de datos y ello la catapultó con una de las mejores redes hasta la fecha.
Finalmente, todo este recorrido evolutivo ha demostrado generación tras generación, avances importantes y en esta era, el sector tecnológico hace entrega una vez más, de una todavía más prometedora. De la misma manera que sus sucesores lo han hecho, el 5G hace un recorrido por cada una de sus generaciones pasadas, tomando sus aciertos y desaciertos para obtener lo mejor de cada uno y ser una evolución completamente innovadora y rica en recursos.
¿Qué promete el 5G?
Desde el año 2015 se viene trabajando en la que promete ser una de las redes de cobertura inalámbrica más exitosa que jamás se haya visto. Es una tecnología OWA (Open Wireless Architecture), diseñada para suplir las necesidades de las redes de área local (LAN) y redes de área amplia (WAN).
Esta quinta generación eleva las cifras a niveles inalcanzables para tecnologías de antaño, siendo capaz de soportar por ejemplo, la conexión de al menos 1 millón de dispositivos por km2, con un ancho de banda 1000 veces mejor y hasta un 90% menos en consumo de energía; eso sin contar la extensión de la vida útil de los dispositivos usados para llevar a cabo todos los recursos de la red, que se piensa, será hasta de 10 años sin intervención humana.
A través de la red 5G se espera desatar un verdadero ecosistema IoT (Internet de las cosas), en donde la puesta en marcha de diversos servicios, velocidad, disponibilidad y seguridad, sean toda una revolución para el planeta entero.
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